Adulando los oídos
A todos nos encanta recibir halagos o palabras de aliento. ¡Claro que no hay nada de malo en eso! Pero debemos estar alerta cuando empezamos a buscar solo estas palabras halagadoras.
A todos nos encanta recibir halagos o palabras de aliento. ¡Claro que no hay nada de malo en eso! Pero debemos estar alerta cuando empezamos a buscar solo estas palabras halagadoras.
La mayoría de los cristianos saben que no pasarán siete años de infortunios rompiendo un espejo, pasando por debajo de una escalera o acariciando a un gato negro. Pero eso no significa que no sean supersticiosos. Porque sin amor, nuestra fe puede convertirse en superstición.
A veces debemos revestirnos de la armadura completa del cristiano y pelear la buena batalla de la fe. Pero nunca debemos olvidar que, en otras ocasiones, debemos abandonar el campo de batalla y regresar a la fortaleza.
Generalmente no tenemos problema en encontrar nuestros defectos, pero no debemos olvidarnos de descubrir también los tesoros que Dios ha puesto dentro y alrededor de nosotros. Nos espera una gran riqueza; ¡solo tenemos que encontrarla!
Somos verdaderamente privilegiados de ser hijos de Dios. Cuando lo hacemos nuestra fuente, podemos vivir en su descanso y ofrecer ese descanso a quienes nos rodean.
Esta es una de las últimas palabras de Jesús. Las personas solteras también podemos sentir a veces que Dios nos ha olvidado. Sin embargo, a pesar de sus preguntas, el apego de Jesús a su Padre no cambió. Una gran lección para nosotros hoy.
En muchos diccionarios, las palabras “asistir” y “paciente” a menudo se consideran intercambiables. La diferencia es realmente muy sutil, pero vale la pena prestarle atención.
Algunos hombres toman muy en serio su papel de “cabeza de familia” y pueden sentirse indispensables para su pareja. Pero ese no es el caso y esta reevaluación es una bendición para ambos socios.
Cuando somos personas generosas y compasivas con los demás, siempre estamos dispuestos a ofrecer nuestros talentos para satisfacer necesidades. Pero antes de emprender cualquier cosa, siempre debes hablar con Dios sobre ello.
¿Por qué orar todos los días? Porque necesitamos recordar diariamente nuestra posición en Cristo.
Copyright (c) 2022, Banquet19:9; all rights reserved.
Plantilla creada por Bootstrapious. Adaptada a Hugo por DevCows.